Marquez: Doria Medina cuenta con un partido consolidado y una base militante estructurada

Con una vasta trayectoria en el análisis político y la gestión en medios de comunicación, Márquez aporta una perspectiva crítica sobre la crisis económica que enfrenta el país, así como sobre la falta de unidad dentro de la oposición. A lo largo de la conversación, se abordan temas como las repercusiones del Movimiento al Socialismo en la economía nacional, el papel del Tribunal Supremo Electoral y las dificultades de la oposición para consolidar una coalición fuerte frente al oficialismo.

Márquez también comparte su visión sobre los posibles escenarios para las elecciones presidenciales, destacando las propuestas de algunos precandidatos y el impacto que la división dentro de la oposición podría tener en los resultados. Su análisis revela una profunda comprensión de la realidad política del país y refleja las complejidades del proceso electoral boliviano en un contexto de crisis económica y polarización política. En este sentido, la entrevista se convierte en un insumo valioso para quienes buscan entender los desafíos políticos que enfrenta Bolivia y cómo estos factores pueden influir en su futuro inmediato.

En un reciente artículo, Márquez analiza cómo el poder se refleja en la vestimenta y la imagen, desde las monarquías europeas hasta la política boliviana actual. Expone cómo los Austrias usaron el negro como símbolo de estatus y los Borbones adoptaron colores vibrantes para proyectar autoridad. En Bolivia, la llegada de Evo Morales marcó una ruptura con la formalidad del traje y corbata, imponiendo un estilo más informal con influencias indígenas, lo que debilitó la solemnidad institucional.

Critica la imagen de los alcaldes Jhonny Fernández e Iván Arias, quienes, con vestimentas extravagantes o descuidadas, han acentuado el deterioro de la institucionalidad municipal, priorizando el populismo sobre la gestión. Su estilo, según Márquez Meruvia, es un reflejo de la decadencia política promovida por el MAS en las últimas dos décadas, demostrando una falta de autoridad y planificación. Concluye que, pese a la crisis actual, el fin de sus mandatos se acerca, abriendo la posibilidad de reconstruir las ciudades con líderes más competentes y con una imagen que proyecte orden y seriedad.

Jose Manuel Ochoa Renjel: Para comenzar, ¿cuál es su diagnóstico del panorama político actual en Bolivia de cara a las elecciones presidenciales? ¿Cuáles son las principales consecuencias económicas que podrían derivarse de este proceso?

Jorge Márquez: Como en toda contienda electoral, hay un nivel de incertidumbre mientras los candidatos intentan posicionarse. Sin embargo, el problema más grave que enfrenta Bolivia es económico. La crisis de escasez de dólares es una realidad que el gobierno negó sistemáticamente, a pesar de las advertencias de diversos analistas. Ahora vemos sus efectos: limitaciones para los ahorristas, encarecimiento de importaciones y escasez de combustibles como diésel y gasolina, esenciales para la producción y el transporte. La falta de decisiones oportunas del gobierno ha exacerbado estos problemas, creando un escenario complicado para las elecciones nacionales.

Jose Manuel Ochoa Renjel: ¿Considera que esta crisis económica tiene su origen en la gestión del Movimiento al Socialismo desde su llegada al poder?

Jorge Márquez: La crisis tiene antecedentes claros. Durante el gobierno de transición de Jeanine Áñez, el entonces ministro de Planificación, Branko Marinkovic, gestionó un crédito internacional para mitigar la falta de liquidez. Sin embargo, cuando Luis Arce asumió la presidencia, devolvió ese crédito con intereses, bajo el argumento de la soberanía económica. Este acto profundizó la crisis, ya que el país perdió acceso a recursos que podrían haber ayudado a estabilizar la situación financiera. Esta visión nacionalista del MAS ha tenido consecuencias directas en la economía nacional, generando una crisis de dólares que afecta tanto al comercio como al sistema financiero.

Jose Manuel Ochoa Renjel: ¿Cree que el Tribunal Supremo Electoral garantiza un proceso electoral transparente? ¿Cuáles son los escenarios más probables para las elecciones de agosto?

Jorge Márquez: Tras el fraude de 2019 y la actuación del Tribunal Supremo Electoral en ese entonces, persisten dudas sobre su imparcialidad. Aunque hay vocales independientes, el presidente del TSE, Hassenteufel, ha emitido mensajes contradictorios, como su reciente reunión con el Tribunal Constitucional, lo que genera incertidumbre sobre su autonomía. A esto se suma la demora en la aprobación de leyes clave en la Asamblea Legislativa, lo que podría estar vinculado con una prórroga del gobierno actual. La falta de magistrados electos en el Tribunal Constitucional también representa un obstáculo. En este contexto, el escenario es incierto, pero la presión social podría garantizar que la elección se lleve a cabo en la fecha prevista.

Jose Manuel Ochoa Renjel: En caso de un cambio de gobierno, ¿qué medidas económicas deberían implementarse de inmediato?

Jorge Márquez: Hay propuestas destacadas, como las de Samuel Doria Medina y Jorge Quiroga, quienes han presentado planes para enfrentar la crisis. Sin embargo, también hay ideas poco viables, como la de Chi, quien sugiere tipos de cambio diferenciados por departamento. En marzo y abril se definirán las candidaturas con respaldo partidario, lo que permitirá evaluar mejor las propuestas viables. La prioridad debería ser estabilizar el acceso a dólares, fomentar la inversión privada y reestructurar el modelo económico para evitar un colapso mayor.

Jose Manuel Ochoa Renjel: ¿Cuáles han sido los principales obstáculos para que la oposición logre una coalición fuerte? ¿Es una cuestión de ideología, egos políticos o estrategias de poder?

Jorge Márquez: La oposición enfrenta dificultades porque, durante dos décadas, el MAS ha promovido la idea de que la política es corrupta, lo que ha debilitado la estructura partidaria. Esto ha generado una oposición fragmentada, con activistas sin experiencia legislativa que han terminado apoyando al oficialismo o formando bancadas sin cohesión. Para que la oposición sea efectiva, necesita partidos sólidos, parlamentarios comprometidos y un programa claro. Las próximas elecciones serán cruciales para corregir estos errores.

Jose Manuel Ochoa Renjel: ¿Qué líderes opositores podrían competir con fuerza en 2025? Algunos, como el Dr. Omar Barrientos, consideran que Samuel Doria Medina tiene el perfil adecuado, pero ¿tendrá suficiente respaldo esta vez?

Jorge Márquez: El bloque de unidad es el más fuerte y Samuel Doria Medina es su figura principal, ya que cuenta con un partido consolidado y una base militante estructurada, algo que otros candidatos no tienen. Aunque ha participado en elecciones anteriores, eso no lo descalifica; ejemplos como el de López Obrador demuestran que la persistencia política puede dar frutos. En abril se definirán las alianzas y, según las encuestas, Doria Medina tiene ventaja por su estructura partidaria. La clave será la capacidad de la oposición para organizarse y presentar una alternativa viable al oficialismo.