Proteger el 30 % de los océanos no es suficiente

Los científicos ya estamos colaborando más allá de nuestras fronteras. Ahora el turno es de los gobiernos, que tienen una oportunidad inigualable en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se celebra del 9 al 13 de junio de 2025 en Niza, Francia.

MedioambienteEl domingo Jorge P. Rodríguez
Tortuga verde atrapada en una red de pesca. MOHAMED ABDULRAHEEM/Shutterstock
Jorge P. Rodríguez, UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia

Observar la naturaleza es una de mis grandes aficiones. Gran amante del mar y los océanos, he sido afortunado por encontrarme varias veces con grandes animales marinos. Y siempre he tenido la curiosidad por conocer qué historia habría detrás de esa criatura que compartía espacio conmigo. Por ello, he dedicado buena parte de los últimos 10 años a investigar el movimiento de los animales marinos.

A principios de 2019, después de analizar y entender aspectos clave del movimiento de la megafauna marina (los animales más grandes que habitan los océanos, incluyendo tortugas, delfines, ballenas y focas), mis colaboradores y yo nos preguntábamos cuál era el siguiente paso para proporcionar respuestas científicas a su conservación. Habíamos identificado la capacidad de estos animales para adaptar su movimiento al medio por el que se desplazaban y nos preguntábamos si realmente podrían esquivar las amenazas a su supervivencia.

La primera respuesta vino en forma de un estudio en el que propusimos una hoja de ruta para entender cómo coincidían en el espacio y el tiempo las trayectorias de estos animales y las amenazas procedentes de actividades humanas. Esas amenazas incluyen el cambio climático (aumento de la temperatura de los océanos), la pesca (captura accidental de especies no deseadas), el tráfico marítimo (ruido y riesgo de colisión) y la contaminación por plásticos (ingesta).

Tortuga nadando bajo el agua en el océano
Tortuga verde en la zona costera de Xiao Liu Qiu (Taiwán). Jorge P. Rodríguez, CC BY-SA

La mayor base de datos de movimiento de animales marinos

Siguiendo esa hoja de ruta, la gran necesidad para dar respuestas científicas sólidas eran los datos. En concreto, necesitábamos la mayor cantidad posible de datos de trayectorias de megafauna marina.

Cuando hablamos de movilidad humana, cada vez hay más y más información, procedente de teléfonos o relojes inteligentes que alimentan bases de datos con la localización de millones de personas. Sin embargo, en el caso de los animales marinos, conseguir estos datos no es nada fácil, debido a que se encuentran en zonas inhóspitas, como los polos o el océano abierto.

Además, hace falta un equipo de expertos que se desplace a estas zonas para desarrollar el trabajo de campo. Esos trabajos consisten en buscar, encontrar y marcar a estos individuos con dispositivos de seguimiento. Por si fuera poco, dichos dispositivos (principalmente a través de conexiones por satélite, aunque también existen otras técnicas) tienen un coste elevado.

Como los grupos de investigación frecuentemente se especializan en una o pocas especies, nuestra visión general y global requería un enfoque colaborativo. Por ello se creó la colaboración MegaMove, con el objetivo de aliar a científicos de todo el mundo para crear el mayor conjunto de datos de movimiento de animales marinos.

Liderada por Ana M. Sequeira (Universdad Nacional de Australia), junto a un comité de dirección y un equipo operativo, MegaMove está respaldada por la Década de la Ciencia Oceánica para el Desarrollo Sostenible de la ONU. Los resultados de la alianza: casi 400 investigadores de 50 países se han aliado para crear la mayor base de datos de movimiento de animales marinos hasta la fecha.

Identificando las áreas de actividad de 111 especies

Los primeros resultados de esta colaboración acaban de ver la luz en un estudio publicado en la revista Science. En esta investigación, hemos analizado las trayectorias de más de 12 000 individuos pertenecientes a 111 especies diferentes de la megafauna marina. El área cubierta por estas trayectorias representa el 71.7 % del total de la superficie oceánica.

En primer lugar, hemos desarrollado algoritmos para identificar dónde estos animales tienen comportamientos críticos: las zonas de residencia y los corredores migratorios. Mientras que las primeras están asociadas con la búsqueda de alimento, el descanso o el apareamiento, los corredores son autopistas oceánicas que muchos individuos utilizan para realizar sus migraciones.

Nuestros algoritmos dan prioridad a los comportamientos colectivos, es decir, constituidos por varios individuos, frente a conductas individuales que pueden ser menos representativas de las especies.

Cuantificando nuestros resultados, el 66 % del área cubierta por estos animales está relacionada con estos comportamientos críticos.

Proteger el 30 % del océano no es suficiente

A continuación, desarrollamos otro algoritmo para delimitar dónde deberían establecerse zonas de protección con el objetivo de proteger el 30 % del océano. Este número procede del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que establece que la actual protección de los océanos, un 8 %, deberá aumentarse al 30 %. Sin embargo, observamos que, en el mejor de los casos, con una protección óptima, tan sólo el 40 % de las zonas críticas identificadas quedaría cubierto.

Esto nos lleva a concluir que un mínimo del 60 % de las zonas críticas para la supervivencia de estas especies quedaría desprotegida, y además esas zonas muestran amenazas como las mencionadas anteriormente. Por eso, nuestra propuesta es añadir medidas adicionales de mitigación de las amenazas, como poner límites a la pesca, separar el tráfico marítimo de los corredores migratorios o crear zonas de tráfico ralentizado. Todo ello en un marco de cooperación internacional, ya que los animales no entienden de las fronteras que hemos creado y, por lo tanto, su protección debe proceder de un esfuerzo común.

Los científicos ya estamos colaborando más allá de nuestras fronteras. Ahora el turno es de los gobiernos, que tienen una oportunidad inigualable en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se celebra del 9 al 13 de junio de 2025 en Niza, Francia.The Conversation

Jorge P. Rodríguez, Meteorólogo e investigador, UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

© 2025 elfaro24.com. Este artículo está bajo la licencia Creative Commons Atribución-Sin Derivadas 4.0 Internacional (CC BY-ND 4.0). Se permite su redistribución con atribución, pero está prohibido modificarlo o alterar su contenido.

Te puede interesar
Lo más visto
harvard-205539_640

Trump vive su “momento Mao” en su embestida contra Harvard

Félix Valdivieso
PolíticaEl domingo

Los chinos no pueden sino esbozar una sonrisa: ellos ya vivieron su salvaje arremetida contra sus universidades durante la Revolución Cultural y saben que es una acción que no trae beneficios. América está viviendo sus propios momentos Mao, que quizás pronto se rebauticen como momentos Trump.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email