El analista Javier Flores advierte que el diálogo entre oficialismo y oposición está condicionado por intereses políticos, mientras que Franklin Pareja señala que la postura de los líderes definirá su madurez o inmadurez política.
Análisis18 de marzo de 2025
Redacción
El escenario político en Bolivia se encuentra nuevamente en un punto de tensión con el reciente encuentro entre la oposición y el oficialismo. La reunión, que inicialmente podría interpretarse como un espacio para la resolución de los problemas del país, también despierta interrogantes sobre los intereses políticos de los actores involucrados.
El analista político Javier Flores señala que el encuentro podría estar condicionado por intereses más allá de la gobernabilidad. "Andrónico Rodríguez está en una situación complicada. Su permanencia en la Presidencia del Senado no habría sido posible sin el apoyo, incluso, de sectores opositores. Ahora, su lealtad está a prueba", explica Flores.
Según el analista, si Rodríguez asiste a la reunión, podría verse presionado a convocar una sesión del Congreso para aprobar créditos. No obstante, su postura refleja una estrategia de equilibrio entre dos fuerzas: los intereses nacionales y los del Chapare, región que representa y que tiene una fuerte influencia política. "El problema radica en que, en el momento en que deba tomar una decisión, estará apostando entre aprobar los créditos para obras estatales o mantener la fidelidad a su base de apoyo", agrega Flores.
El análisis sugiere que el Chapare, bastión del expresidente Evo Morales, podría buscar convulsionar la situación política si percibe que el Gobierno de Luis Arce está cediendo demasiado terreno. "Desde el Chapare hay un movimiento claro: generar presión para evitar que el Ejecutivo dependa de acuerdos con la oposición y asegurar que las decisiones sigan alineadas a sus intereses", concluye el analista.
En este contexto, la pregunta sigue abierta: ¿Es este encuentro entre oficialismo y oposición una verdadera vía para resolver los problemas del país, o es simplemente parte de una estrategia política donde los actores miden sus fuerzas antes de las próximas elecciones?
El politólogo Franklin Pareja enfatiza que la postura de los actores políticos ante la convocatoria define la madurez o la inmadurez política de los líderes bolivianos.
"Se puede actuar con inteligencia o con astucia. La inteligencia radica en acudir al diálogo y plantear, cara a cara con el presidente, que su modelo económico ha fracasado. También implica señalar que la institucionalidad constitucional está destruida y que no se puede hablar de democracia con presos políticos", sostiene Pareja. No obstante, también reconoce que existe otra estrategia: la astucia, que consistiría en acudir a la reunión, evidenciar la falta de voluntad de diálogo del oficialismo y, posteriormente, exponerlo públicamente. "Lo que el país no necesita es infantilismo político", sentencia.
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