El Kremlin ha manifestado un “optimismo cauteloso” respecto a la propuesta de alto el fuego en Ucrania, tras las conversaciones entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y el enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, en Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que, aunque aún quedan aspectos por resolver, Putin “expresó solidaridad con la posición del presidente Trump”. Durante las conversaciones, Putin transmitió información adicional a Trump y ambas partes acordaron la necesidad de una futura conversación entre los mandatarios, pendiente de programación.
Por su parte, Donald Trump expresó en su red social que existe una “muy buena oportunidad” para que la “horrible y sangrienta guerra” llegue a su fin. Además, solicitó encarecidamente a Putin que perdone la vida de “miles” de soldados ucranianos en la región fronteriza rusa de Kursk, quienes, según él, están “completamente rodeados” por el ejército ruso.
Trump advirtió que una masacre de este tipo “no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial”. En respuesta, Putin aseguró al Consejo de Seguridad Nacional en Moscú que, si las tropas ucranianas deponen las armas y se rinden, no serán ejecutadas. Sin embargo, el ejército ucraniano negó que sus fuerzas en Kursk estén rodeadas y calificó estos informes como manipulaciones rusas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, describió las declaraciones de Putin como “muy manipuladoras” y sugirió que el apoyo condicionado al plan estadounidense es una estrategia para rechazarlo posteriormente. Zelenski afirmó que Ucrania ha aceptado la propuesta de Estados Unidos y está preparada para organizar la supervisión y verificación del alto el fuego, mientras que Rusia está estableciendo condiciones que complican el proceso.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, indicó que aún no se ha programado una conversación entre Trump y Putin, aunque esto podría cambiar. Calificó las conversaciones en Moscú como un “día productivo para Estados Unidos y para el mundo en términos de paz”.
Mientras tanto, el Ministerio de Defensa del Reino Unido informó que la priorización de Rusia en financiar la guerra en Ucrania ha llevado probablemente a una financiación insuficiente en el sector sanitario para los ciudadanos rusos, resultando en escasez de personal médico y equipos.
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