
La administración de Donald Trump ordenó la reducción de la Voz de América y otras emisoras financiadas por el Gobierno de EE.UU., afectando la difusión de información en países con restricciones a la prensa. Reporteros sin Fronteras advierte que la decisión es un "duro golpe a la libertad de prensa" y deja un vacío informativo que podrían llenar China y Rusia.