
Lucho Arce, no te creo porque al tomar posesión como presidente del Estado, prometiste gobernar para todos los bolivianos, corregir los errores del pasado, y buscar la reconciliación nacional. Sin embargo, en estos cuatro años no solo que no se hizo lo que se prometió, sino que el gobierno ha buscado la confrontación, la polarización, y el terrorismo de Estado. La Fundación Observatorio de Derechos Humanos y Justicia ha denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en Bolivia existe cerca de 200 presos políticos.
Lucho Arce, no te creo porque juraste solemnemente defender la Constitución, y ha ocurrido todo lo contrario. La detención, juicio y condena contra la expresidenta Jeanine Áñez, el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, el líder cívico Marco Antonio Pumari, entre otros, se ha hecho vulnerando las garantías del debido proceso, previstas en la Constitución y en los Convenios y Pactos Internacionales. Y lo peor es que todos estos procesos son “fabricados”, con la finalidad de liquidar a la oposición e implementar determinadas políticas que buscan la reproducción del poder político (el poder por el poder).
Lucho Arce, no te creo porque desde el ministerio de justicia (convertido en el ministerio de la venganza) se promovió la criminalización, la persecución política y la desinstitucionalización del Estado. En efecto se ha restringido la libertad de expresión y opinión; de pensamiento, conciencia y religión; de reunión y asociación y participación política, hasta privarles a los opositores de promover sus ideales y causas políticas. No se trata de simples procesos de criminalización judicial, sino además a todos se los etiqueta de delincuentes “confesos”, y siempre son detenidos preventivamente en las cárceles de máxima seguridad.
Lucho Arce, no te creo porque la Constitución prohíbe toda forma de discriminación, fundada en razón de sexo, color, edad, orientación sexual, identidad de género, origen, cultura, nacionalidad, ciudadanía, idioma, credo religioso, ideología,
filiación política, etc. Pero en los hechos (que son los que cuentan), hay regionales privilegiadas como las del occidente y otras discriminadas, abusadas e invadidas como las del oriente, especialmente Santa Cruz, con los interculturales, protegidos por el gobierno.
Lucho Arce, no te creo porque prometiste una reforma judicial, incluso vinieron expertos internacionales como Diego García-Sayan, alto comisionado para la independencia judicial de la Organización de las Naciones Unidas, y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y no existe ningún atisbo de cambios judiciales ni se han completado las elecciones para la designación de las Altas Cortes.
Lucho Arce, no te creo porque en estos cuatro años negabas la crisis de los combustibles y le echabas la culpa a los analistas económicos (que casi han descendido a la condición de terroristas de Estado) el haber generado la escasez de gasolina y diésel. Y lo peor es que esta crisis ya la conocía el gobierno desde hace muchos años y no hizo nada para contener el desastre, hasta que se conocieron las verdades de las mentiras.
Lucho Arce, no te creo porque convocaste a un encuentro por la “Estabilidad y la democracia” y no se ha resuelto la falta de dólares y la crisis de los combustibles. El problema central es que el modelo económico ha fracasado, y tu gobierno no lo flexibilizará, menos cambiará porque eso supondría renunciar a tus principios ideológicos, que están en primer lugar, aunque el país y los bolivianos tengan que hundirse. Hasta los más ignorantes en economía saben que, para que ingresen dólares se tienen que liberar y aumentar las exportaciones y promover la inversión


Bolivia: A marzo de 2025 se registró la inflación más alta en los últimos 40 años.

Política, tiempos, momentos y el discurso postmoderno

El mundo de las mentiras y la agonía de la opinión pública

“Hay países que caminan con paso firme, y otros que tropiezan buscando su alma. Bolivia, siempre, camina herida pero de pie.”

Es falso que la habilitación de Evo Morales esté en manos del Tribunal Supremo Electoral

El mundo afronta una emergencia oceánica y la ONU busca soluciones en Niza
Los océanos del planeta se encuentran en una situación crítica. La combinación del cambio climático, la contaminación por plásticos, la acidificación de las aguas, la sobrepesca y la pérdida acelerada de biodiversidad ha generado una emergencia ecológica global.

La revolución que se avecina en el estudio de los asteroides potencialmente peligrosos
Parece casi una paradoja que el gobierno de Estados Unidos se plantee recortes en misiones espaciales de gran calado en nuestro conocimiento de los asteroides potencialmente peligrosos como la reutilizada OSIRIS Apex, que se encuentra ya en el espacio.

El boom de las motos en Caracas: ¿solución o síntoma de una crisis de movilidad urbana?
Mientras Caracas siga avanzando hacia una transformación urbana sin planificación inclusiva, la moto continuará siendo un síntoma más de la crisis, pero también una muestra de resiliencia ciudadana ante un sistema que no termina de responder a sus necesidades.

El estancamiento económico de las regiones, motor del populismo en los países ricos
Como hemos visto, la extensión de una sensación subjetiva de estancamiento entre amplias capas de población estaría jugando un importante papel en el cada vez mayor apoyo a estas fuerzas.

El discurso sobre cambio climático, ¿un campo de batalla entre el capitalismo verde y el decrecimiento?
Debemos preguntarnos también en qué medida las narrativas climáticas forjan el producto mismo de la narrativa, es decir, en qué medida y de qué forma la producción discursiva del capitalismo verde o del decrecimiento reflejan luchas de poder características de las sociedades del capitalismo global.