Carnaval e ineficiencia del Estado

COLUMNA: Contra viento y marea

Opinión05 de marzo de 2025 Augusto Vera Riveros

Pasó el carnaval y los datos oficiales señalan que, como producto de la entrada que anualmente se lleva a cabo en Oruro, el movimiento económico ha superado las expectativas, generado por un también inédito movimiento turístico hacia esa ciudad.

El carnaval cruceño, aunque muy diferente del que es considerado el principal de Bolivia, también tiene lo suyo (por algo los cruceños lo consideran su fiesta mayor). En general, en todas las latitudes del país esta es una ocasión que, con distintas características, se celebra en grande. Pero si solo fuera celebración, bienvenida para los que de esta manera eligen divertirse.

Tristemente, en Oruro, Santa Cruz, Tarija o donde fuere, el carnaval deja secuelas generalmente irreversibles por una descontrolada ingesta de alcohol. Otros males menores, en principio, son también la causa del deslucimiento y el abuso de quienes en estas fechas tienen que soportar un abandono, negligencia, ineficacia o como quiera uno llamar, a esa pasividad que tiene el Estado para, de alguna manera, atenuar los excesos de por lo menos cuatro días de jaleo.

La ATT, en días previos al sábado en que se iniciaron los festejos, dio a conocer una banda de precios de los pasajes a los destinos más requeridos, que a muchas de las empresas trasportadoras les ha valido (nunca más oportunamente dicho) un pepino. Y no se trata de restituir luego al pasajero lo indebidamente cobrado, como en varios casos ocurrió, porque el Estado tiene los organismos de regulación y el deber de control sobre estos rubros, mucho más si fue quien ha fijado los rangos en que deben manejarse. Es decir, se trata de evitar, y no de enmendar luego, la desmesura de quienes no pierden la oportunidad de ganar dinero ilícito.

Pero el Estado, a través de sus organismos pertinentes, también tiene la obligación constitucional de protección de la sociedad, esto significa de prevención en ocasiones como la que apenas dejamos atrás. Y sin ser la primera vez, este 2025 el carnaval dejó números alarmantes de muertes debidas al excesivo consumo de alcohol en los conductores de vehículos, principalmente de servicio público; la Policía no solo debería circunscribirse a la investigación de las causas que los produjeron, sino principalmente a la adopción de medidas que puedan evitar tales episodios. ¿Cómo? Haciendo rigurosos controles, tanto en las salidas de cada terminal, recurriendo a los recursos que hoy la tecnología nos pone a disposición, como, en definitiva, asignando un efectivo policial en cada unidad motorizada.

El Estado tampoco hace mucho en el mantenimiento de las carreteras, y no hizo nada para evitar las jaranas que los servidores públicos hicieron en dependencias oficiales, reduciéndolas a vulgares cantinas. Tampoco hizo nada contra la escasez de carburantes que perjudicó al turismo interno. Y si muchos de los que participan activamente en carnavales como el de Oruro o el de Santa Cruz no han sido víctimas de accidentes en carreteras, sí lo fueron tal vez de otras circunstancias, pues las diferencias entre lo andino y lo oriental desaparecen a la hora de las caricaturas de libación, porque aquí, allá y acullá tienen el mismo tinte, o sea, beber descontroladamente en la calle, lo cual prohíben la ley 259 y varias ordenanzas municipales que la refrendan, pero que ante la ausencia de autoridad a los que gustan de ello poco les importa, sobre todo en fiestas como esta.

Como consecuencia del descontrol en esta materia, este 2025 dio como resultado carnavalero varias decenas de casos de violencia familiar, colisiones entre vehículos, accidentes derivados de actividades vinculadas al carnaval, feminicidios, homicidios e intoxicaciones, para los que, juzgando con ecuanimidad, son también responsables no solo los que están llamados a evitar el consumo de bebidas que exasperan pasiones paroxísticas, sino el inescrupuloso que, a su incultura, añade sus procaces tendencias al inmoral sensualismo, a su superioridad física, a su poder económico y a sus conflictos emocionales que le ocasionan un extravío de conciencia, en una fiesta totalmente pagana como es carnaval, pretendiendo forzar —baile de por medio— una ofrenda a la Virgen del Socavón, en el caso de Oruro, a la que no le debe agradar las desproporciones que sus “peregrinos” le hacen en su curiosa devoción.

Augusto Vera Riveros es jurista y escritor.

© 2025 elfaro24.com. Este artículo está bajo la licencia Creative Commons Atribución-Sin Derivadas 4.0 Internacional (CC BY-ND 4.0). Se permite su redistribución con atribución, pero está prohibido modificarlo o alterar su contenido.

Últimas noticias
Te puede interesar
Lo más visto
WhatsApp Image 2025-03-12 at 12.36.30 PM

Sima Baher: El arte como puente entre culturas y emociones

José Ochoa Renjel
EntrevistasEl miércoles

Sima Baher, artista visual, poeta y escritora iraní radicada en Uruguay, comparte su trayectoria y visión sobre el arte como un medio de transformación social. En esta entrevista, reflexiona sobre su evolución creativa, la importancia del arte en América Latina y el compromiso de los artistas con la excelencia y la expresión genuina.

Imagen de WhatsApp 2025-03-13 a las 13.47.32_9e340eaf

La COB: de defensora de los trabajadores a aliada del poder

Mauricio Ochoa Urioste
EditorialAyer

La Central Obrera Boliviana (COB) ha dejado de ser la voz combativa de los trabajadores para convertirse en una sombra dócil del poder. En tiempos donde el pueblo boliviano enfrenta una crisis económica palpable, con la escasez de dólares golpeando sectores productivos y un mercado informal cada vez más fuerte, su dirigencia prefiere repetir el discurso oficialista en lugar de exigir soluciones reales.

Donald_Trump_at_Aston,_PA_September_13th_(a)

Donald Trump y la diplomacia sin hipocresía: una copa de champán en Washington

Mauricio Ochoa Urioste
EditorialAyer

La diplomacia no siempre se trata de discursos elegantes o de mantener las formas, sino de entender con quién se está tratando y cómo lograr resultados. Donald Trump, con su estilo irreverente, ha demostrado que muchas veces la franqueza vale más que la hipocresía. Mientras Europa y América Latina han pasado años viéndolo como una amenaza, quizás sea momento de mirarlo con otros ojos: como un líder con el que se puede negociar, siempre que se comprenda su lógica y se actúe con inteligencia.

Gonzalo-Rojas-Ortuste-e1629733265528-1

Gonzalo Rojas Ortuste: “La crisis democrática en Bolivia comenzó en 2016 y aún no ha terminado”

José Ochoa Renjel
EntrevistasAyer

En esta conversación con el Dr. Gonzalo Rojas Ortuste, abordamos el estado actual de la democracia en Bolivia, los desafíos que enfrenta la oposición y la necesidad de una reforma estructural en el sistema judicial. Con una perspectiva crítica y fundamentada, el politólogo boliviano analiza cómo la transgresión del referéndum de 2016 marcó el inicio de una crisis política que aún persiste, así como las oportunidades que podrían surgir de una oposición más cohesionada de cara a las elecciones de 2025.

Moscow_July_2011-16

Putin rechaza un alto el fuego inmediato mientras Rusia avanza en Kursk y EE.UU. presiona por negociaciones

Redacción
InternacionalAyer

El presidente ruso Vladimir Putin ha descartado un cese al fuego inmediato en Ucrania, argumentando que solo beneficiaría a Kyiv mientras las fuerzas rusas consolidan su control en Kursk. Mientras tanto, Estados Unidos, a través de su enviado especial Steve Witkoff, busca mediar en el conflicto con una propuesta de tregua de 30 días, respaldada por Ucrania. Sin embargo, la falta de consenso y los avances militares rusos complican la posibilidad de una solución diplomática en el corto plazo.

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email